Últimamente he sentido que los años avanzan de una manera diferente. El tiempo pasa con más rapidez que antes, y esto no solo lo siento en mi vida diaria, sino que veo que, en casi todos los aspectos, las cosas pasan demasiado rápido.
Esto me ha llevado a replantearme cómo quiero llevar mi vida, tanto desde la perspectiva personal como la profesional. Los cambios que he decidido hacer, aunque graduales, son profundos. Tengo una sola meta: vivir una vida plena de la cual no tenga que arrepentirme, dure lo que tenga que durar.
He visto, no solo en mí sino en las personas cercanas, que la vida te envuelve. Si no te percatas, puedes entrar en una jaula; así es como lo veo yo. Una jaula donde crees que eres libre y "disfrutas" la vida, pero realmente no lo estás haciendo.
La trampa de la productividad
Siento que estamos en una carrera constante por lograr grandes metas. A esto se suma lo que se vende en redes sociales, personas que se levantan a las 4 a.m. para ser "exitosos". Hago un paréntesis, no los juzgo, cada quien define en su vida lo que es el éxito. Sin embargo, no me gusta que vendan esas ideas afirmando que esa es la única manera de vivir.
Al ver que muchas personas intentan siempre "aprovechar su tiempo", terminan corriendo sin sentido.
Hace poco hablaba con una amiga que me decía: "Hoy salí temprano del trabajo, así que aproveché para ir a hacer compras, preparar la comida y lavar ropa para adelantar lo del fin de semana. Cuando vi que ya era de noche, sentí que no aproveché mi día".
Yo le mencioné: "Es que no te permitiste aprovecharlo. Un día libre se convirtió en un día de deberes". Si tenía ganas de ver una película, ¿por qué no entrar al cine? ¿Por qué no ir a comer a un restaurante y regresar a casa despejada de la rutina que creamos ladrillo a ladrillo?
Olvidamos mucho disfrutar las pequeñas cosas. Yo mismo lucho contra esas ideas. Hay ocasiones donde tengo tiempo y decido jugar algún videojuego, ver una película o simplemente recostarme a no hacer nada, y de repente entran esos pensamientos intrusivos: "No estás siendo productivo". Y no es así. Descansar también es productivo.
No construyas una casa para no vivir en ella
No te conviertas en esa persona que se pasa toda la vida construyendo la casa de sus sueños, esperando a que cada detalle esté completo para empezar a vivir en ella. Porque cuando menos lo veas, tu vida se habrá terminado. Esa casa que construiste con tanto esfuerzo será apropiada por alguien más (que probablemente la malbarate), y todo tu tiempo se habrá ido.
No esperes a tener un día libre para disfrutar. No te digo que vayas al cine a diario, pero si vas deprisa y de repente miras el cielo y ves lo hermoso que está, te invito a parar 5 minutos a disfrutarlo. No cambiará nada por llegar 5 minutos tarde, pero disfrutar ese momento puede cambiar tu día.
El despertar: La historia del monitor
Con este contexto, he decidido cambiar muchos aspectos de mi vida. Me di cuenta de que he pasado 8 años en una carrera automática.
Un día desperté y entré a Amazon buscando un monitor que compré, según yo, hace un año. Resulta que tenía más de 5 años que lo había comprado. Yo hubiera jurado que tenía, como mucho, año y medio. Ahí fue cuando me puse a pensar: ¿Qué he hecho todos estos años?
Entendí que me enfoqué en trabajar, en esforzarme y en dar resultados que alguien más me imponía, ni siquiera eran los míos. Esto me consumió 8 años de mi vida en piloto automático. Al mirar hacia atrás, entendí que perdí, además de tiempo, a personas importantes. Fue cruel entender esta perspectiva.
Pero no me malentiendas: estos ocho años también tuvieron sus cosas buenas, logros importantes y mucho aprendizaje. Y esas personas importantes que perdí, puede que algún día volvamos a coincidir.
Un nuevo comienzo
Con todo esto, me he decidido a tener una vida plena, disfrutar cada día y agradecer tres cosas al finalizar la jornada.
Así que comenzaré a escribir más sobre los planes y metas que tengo, y el camino técnico que quiero recorrer (certificaciones, Linux, Kubernetes) para lograr esa libertad de vivir mi vida plena. Bienvenidos a mi ruta.